Extensor ajustable a la coronilla: todo lo que necesitas saber

Para muchas personas, llevar mascarilla durante muchas horas es sinónimo de dolor, rozaduras y molestias en el rostro. Existe la errónea creencia de que el extensor ajustable a la coronilla nace como una solución a este tipo de molestias.

El extensor ajustable a la coronilla tiene diferentes nombres: hook, salvaorejas… pero todos ellos hacen referencia al mismo objeto. Desde Proveil, queremos resolver todas las cuestiones que giran en torno a este accesorio indispensable para el mejor ajuste.

 

Para qué sirve el extensor para mascarillas

La función principal del extensor es ofrecer una protección FFP2 junto a las mascarillas con este mismo certificado. Tan solo de este modo se podrá conseguir una protección y ajuste óptimos. La colocación tras coronilla permite una mayor comodidad además de la seguridad adecuada, es ideal para todos aquellos usuarios que sienten molestias en las orejas al utilizar mascarillas durante muchas horas.

¿Por qué los sanitarios utilizan un extensor tras coronilla?

Si en los últimos años has visitado un centro sanitario, seguro que te habrás dado cuenta de que este personal casi siempre lleva consigo un hook como el nuestro, pero ¿por qué?

Antes que nada, para conseguir el ajuste óptimo las mascarillas FFP2 siempre se deben poner con un extensor tras coronilla. Esa es la razón por la que los sanitarios que están en primera fila frente a la COVID-19 se protegen al 100% usando a la vez la FFP2 y el extensor.

Por otro lado, los enfermeros y médicos utilizan las mascarillas durante muchas horas y este conjunto, además de ayudarles a eliminar el molesto dolor en las orejas, ofrece un adecuado ajuste FFP2.

 

Cómo se coloca un hook en mascarillas

El extensor ajustable Proveil tiene diferentes puntos de ajuste para mejorar la adaptabilidad de la mascarilla y su colocación es muy sencilla e intuitiva. Tan solo debe ponerse a la altura de la coronilla y, seguidamente, escoger el punto de anclaje ideal para poder realizar las tareas del día a día sin ningún tipo de molestia y con un ajuste FFP2.

Como siempre, el punto más importante, en este caso, es garantizar un buen ajuste, comprobando posibles zonas de fuga como los laterales de la mascarilla o la nariz. Para ello, es vital ajustar correctamente la mascarilla seleccionando el nivel de ajuste del extensor.

José María Lagarón, investigador del CSIC, explica que el “principal error se encuentra en un mal ajuste en la nariz” y que “hay que elegir la talla que mejor se ajusta a tu rostro, evitando la forma de V sobre el puente de la nariz, aplanando la mascarilla al liberarla de su envoltorio».  Además, comenta que el Gobierno Alemán ha dado un truco muy útil a sus ciudadanos que consiste en “elegir cuál de los dedos se aproxima más al puente de la nariz y, con él, moldear la mascarilla sobre esa falange”. Tras utilizar esta técnica, ya se podría colocar en perfectas condiciones.

El experto añade que en “interiores, lo más importante es garantizar un buen ajuste, evitando la forma de V.”

 

En qué situaciones utilizar el extensor para mascarillas

Partiendo de la base de que, siempre hay que utilizar el extensor ajustable a la coronilla junto a una mascarilla FFP2, estas son las situaciones más habituales en las que el ajuste debe ser óptimo:

  • Para llevar a cabo una jornada laboral completa. Llevar la mascarilla durante muchas horas, puede acabar provocando molestias en las orejas. Con el hook también evitamos estas pequeñas molestias.
  • En lugares poco ventilados y/o con aglomeración de gente. En el metro de camino al trabajo, en el autobús… Si buscas una protección FFP2, el extensor ajustable a la coronilla junto a la mascarilla FFP2 es ideal para este tipo de situaciones.
  • Ubicaciones con más posibilidad de concurrir con personas portadoras del virus como hospitales, farmacias y cualquier otro tipo de centro sanitario.

 

¿El uso del extensor puede evitar que me contagie?

En este caso, el uso del extensor ajustable a la coronilla junto a la mascarilla FFP2 es la única manera de garantizar una protección con certificación FFP2. Es decir, utilizar el extensor no significa tener un plus de protección sino que sin él nuestra FFP2 no actúa según la norma y perdemos seguridad.

En este caso, si estás utilizando una mascarilla FFP2 certificada, la clave residirá en la colocación de la misma y acompañarla siempre con un extensor ajustable a la coronilla.

Por tanto, el ajuste de la mascarilla y su correcta colocación junto al extensor son los pilares que garantizan que nuestra mascarilla FFP2 funcionará adecuadamente.

 

Nuestras mascarillas FFP2, además cuentan con un componente viricida de origen mineral integrado en el filtro, completamente inocuo para la salud, que junto al extensor regulable ofrece siempre una calidad máxima, por lo que tu seguridad está garantizada.

 

Protégete con Proveil.

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Aviso

 

Todas las mascarillas Proveil, cuentan con certificados de calidad y están homologadas para su venta.

 

Puedes consultar el certificado de cada mascarilla desde su ficha de producto.

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